lunes, 2 de diciembre de 2013



Tiempo.


Era una fría tarde de invierno, sentada en la puerta de tu casa contemplé el paso del tiempo. Lo que podría contarte un  buen observador, o un sabio….!!!!!!  Yo una simple mortal, me di cuenta como pasa inexorablemente para todo ser humano. Cuanto empeño en frenarlo, en cabalgarlo, cuanta cotidianidad, cuanto perdido. Contemplo la carrera vertiginosa de las nubes , como cambian las estaciones, las manecillas del reloj girando sin parar. Observo mis manos como van envejeciendo, retorciéndose como vides viejas, el latido de mi corazón cada vez más lento anuncia un final sin remedio. Me preguntó si habré invertido bien todo el tiempo que tenía y como invertiré el poco que queda. Es gracioso, uno piensa cuanto ha vivido y como. Yo pienso que nadie la vive como quiere, desde el mismo instante que somos conscientes de que existe el tiempo, ya no lo hacemos. Acaso comemos cuando tenemos hambre, bebemos cuando tenemos sed, dormimos cuando tenemos sueño ?... Por supuesto que no, alguien ha marcado cada cosa que debemos hacer y en qué momento. Tanta inteligencia y somos esclavos de nosotros mismos. Encerrados en la cárcel de nuestra alma, sin hacer lo que anhelamos, sin decir lo que sentimos, sin arriesgarnos a vivir. Peleando incluso sin arrojar la toalla cuando está todo perdido. También tenemos que saber darnos por vencidos, eso no te convierte en un perdedor. Solo en alguien que ha luchado y ya no quiere invertir más tiempo en el campo de batalla, sacrificando segundos, minutos, horas, días, meses o años de su precioso tiempo. Sigo sentada y pasan ante mi otros tiempos, otras almas que ya dejaron este mundo. Y todos me cuentan que poco es lo que se necesita para vivir. Poco para disfrutar de la vida. Yo les digo que ya no está permitido en estos tiempos. Me miran con tristeza, entiendo en su mirada que no he aprendido nada. Ni siquiera el paso del tiempo es capaz de enseñarme, o tal vez sí. Después de todo sueño y como…. Dueña de mi tiempo, de mis mundos, de todos los personajes que deseo, dueña de una eterna locura que me permite vivir sin ser conocedora del paso del tiempo. Sin estaciones establecidas, ni cánones que cumplir. Simplemente dueña de mi alma. Después de todo mi cuerpo es una simple piel…….


La Espera.


Llegó el invierno a su vida sin misericordia alguna, se congeló su aliento antes cálido y suave. Se cubrió su piel de escarcha. Una lagrima olvidada, se quedo helada a medio camino en su mejilla. Se adueñaba por fin el olvido de su mente y sus recuerdos. Ahora convertido en un muñeco de nieve espera la llegada de una nueva estación, de un nuevo día, de un día de sol que de vida a su corazón, que espera latiendo bajito,  para no morir todavía. Tiempo atrás latió con fuerza, con brío. Equivocado sin duda, pero latía. Pasó un verano largo y llegó un otoño altivo, y en puertas del invierno llegó el olvido.

Siempre comienzas la batalla, me gusta, al igual que perderme en tu aroma, en la suavidad de tu piel, en la curva de tu espalda y en tus maravillosos ronroneos ... como los gatos juguetones, libres y cariñosos. Aún los gatos más extraños y ariscos acaban frotando su cabeza contra la de uno...a mí me gusta escaparme en la oscuridad o hacerme invisible para que no se rompa la magia, y seguir siendo dos gatos libres....Me gusta tu pereza y contemplarte mientras duermes antes de escabullirme por la puerta y convertirme en aire para perderse entre los hojas de los árboles y esperarte otra vez....sin prisa....sin más...

Luna Llena de Noviembre.


Saltó de la roca en la que se encontraba, notó el latido de su corazón acelerando la sangre de sus venas, en segundos fue presa del miedo. Ese que se mete bajo la piel, ese que no te deja pensar, ese que te hace actuar sin prudencia. No se dio cuenta de la altura hasta que estaba en el aire, cayó sobre sus patas en el frio suelo y un aullido de dolor escapó de su garganta. Sus patas golpearon contra la capa de espinos helados, se clavaron en ella, vio su sangre mezclarse con la tierra, no tenía tiempo para lamentos, ya se lamería las heridas más tarde. Se acerco despacio, lo que antes le había parecido sangre era el color de su capa. Y de ella no había más que el rastro de pequeñas gotas entre las hojas. En su mente se acababa de formar un pensamiento absurdo, era un lobo como podía distinguir el color. Lo dejó para más tarde, ahora tenía que buscarla. Levanto su hocico hacia la luna y olisqueó el viento. Entre el golpeteo de su corazón, el latido de las heridas en su pata y su confusión se encontraba perdido por primera vez en tantos plenilunios. No acertaba a saber hacía donde dirigirse, pequeños copos de nieve empezaron a girar a su alrededor, se sentía cansado. Esta noche no se parecía en nada a tantas otras que había compartido con ella. El cansancio dio paso a la tristeza, también a los recuerdos, era inevitable, más no podía permitirse esa debilidad, tenía que encontrarla, no sabía muy bien qué ocurriría si ella no estaba. Hasta donde el recordaba siempre había estado ahí, desde que era un cachorro. Ella fue su primera compañera de juegos, su primer acompañante cuando fue alejado de la camada. Ella le enseñó su magia, hizo que fuera conocedor de la suya. Había comenzado su iniciación, sabía que aún faltaba mucho para llegar a dominarla como ella, así que tenía que encontrarla y no sólo por su magia. Volvió a la noche, agudizó sus sentidos, era un lobo….Entonces y casi sin darse cuenta, escuchó el viento entre las hojas, sus lamentos, olfateó el miedo, y percibió los gruñidos de ellos. La buscaban, él llegaría antes. Se puso en camino despacio, alerta, el suelo iluminado por la luna, ese pequeño bosque bajo. Antes no se había percatado de donde estaba. Era donde se perdió la primera vez, cuando ella lo encontró. Su bosque mágico…. Recordó entonces su sed, cuando era un cachorro y creyó que iba a morir, el sol se escondía tras los picos de aquella garganta y ya no podía dar un paso más, escuchó el rumor del agua y hacía allí se dirigió. Que impotencia cuando llegó arrastrándose con su último impulso de cachorro y encontró la cascada. Solo estaba la piedra desnuda, sin tan siquiera un hilo de agua corriendo por su ladera. Cerró los ojos y gimió agonizando dispuesto a morir. Entonces fue cuando la brisa movió su pelo, fue consciente de que la vida volvía a su pequeño cuerpo. Notó en su hocico la humedad y al abrir los ojos se encontró con los de ella, oscuros como la noche, su pelaje gris y negro estaba húmedo. Era el roce de su pelo lo que había notado, lo que le había devuelto la vida que hace nada se le escapaba. Otra vez se perdía en sus recuerdos, siguió la estela plateada que marcaba la luna. Esta vez estaba seguro de que iba en la dirección correcta, ahora se sentía con fuerzas renovadas, ya no era consciente ni del miedo, ni de sus heridas. El olor de los otros se alejaba, supo entonces que estaba a salvo, se habían cansado de buscar o tal vez se alejaban perdidos, después de todo eran humanos. De repente, la luna se ocultó entre las nubes, se hizo la oscuridad.  Siguió caminando, su vista era magnífica aun en la noche más oscura. Apenas duro unos minutos, cuando volvió a brillar. Ahora el agua se escuchaba tan cerca que se diría que podía tocarla. Era su cascada, caía el agua desde lo alto de la roca en esa pequeña cavidad  a modo de laguna, para recorrer lenta después a lo largo de todo el bosque bajo. Esa en la que solo caía el agua durante el deshielo. Todavía no era tiempo pero el agua estaba ahí ya, y también ella. Su cabeza ladeada sobre la orilla, su cuerpo desmadejado y empapado. Se acercó tembloroso ¿Porqué no se había transformado? Se temió lo peor, si es que  había algo peor que lo que estaba contemplando. Llegó a su altura, vio elevarse su pelaje, todavía respiraba, acercó su hocico e intentó que ella se levantara, vio sus heridas. El terror lo golpeó ahora con toda su fuerza, uno tras otro comenzaron a salir los aullidos desde lo más profundo de su ser. Su dolor se hizo latente, su rabia lo transformo en lo que más temía…. un animal acorralado herido, lleno de sed de venganza. Siguieron los aullidos, cada vez más estremecedores, tanto que la luna volvió a esconderse entre las nubes. El viento se unió a él…..

viernes, 15 de noviembre de 2013




El silencio.

No supo cómo había llegado, pero allí estaba en lo alto de la loma. Todo lo que alcanzaba su vista era impresionante. Bosques de variedades de árboles que creía extintos, escuchaba los lamentos del viento que  aullaba como poseso de algún dolor oculto. Se cubrió con las pieles y cubrió sus cabellos canos con la pelliza. Se dio cuenta de lo extraño de su indumentaria, apenas había reparado en ella antes, pero le hizo sentir cómodo y cálido. Sus pies estaban cubiertos con una especie de piel suave y a la vez observó que era impermeable, le recordaba a la gamuza, pequeños cordones de cuero los ataban, le pareció primitivo su aspecto y soltó una carcajada, le gustó como sonaba era algo extraña, gutural su tonalidad y eso le hizo soltar otra, parecía una especie de animal. Se estaría volviendo loco..!!!. No recordaba haberse vestido así esa mañana. En realidad no recordaba nada, pero algo le hacía sentir bien. Se volvió hacia el horizonte y recreo su vista por esa inmensidad. Sentía frio así que decidió colocarse en un pequeño refugio que vio en la pared de la roca un poco más abajo de donde se encontraba. Que primitivo le parecía todo, ahora allí metido ya no escuchaba ni el viento. Una punzada de soledad le pinchó de repente y como había reído hace un momento ahora lloraba. Se dio cuenta de que esta vez no emitía ningún  tipo de sollozo, tan solo resbalaban por sus mejillas. Buscó a su alrededor, no reconocía nada. Porque lloraba entonces?... Y apenas sin darse cuenta, pasó su vida ante sus ojos. Su infancia, sus risas, sus lágrimas, su amor, su tesón, sus decepciones, su angustia, sus batallas. No le daba tiempo a quedarse con nada, pasaba veloz. Por un momento intentó aferrarse a algunos de los buenos momentos que pasaban y quedarse ahí pero no lo conseguía, no tenía control ahora de su mente, recuerdos y más recuerdos volaban. Y entonces fue consciente que si no existiese la vida, nada tendría sentido. Lo malo te hace apreciar lo bueno, lo blanco el negro, el cielo la tierra, la vida la muerte. Las palabras el silencio. El que ahora le rodeaba ahí arriba, ya no lloraba. Eso forma parte de la vida, esa que tenemos y sobre la que solo nosotros podemos decidir cómo vivirla. Había comenzado a nevar una fina capa cubría ya la tierra. Salió de su agujero y volvió la cara hacía el cielo, los pequeños copos revoloteaban y uno se posó en su frente. Entonces despertó…alguien le había puesto un beso…

viernes, 1 de noviembre de 2013

Brujas…


Empezaré contando que cada una de ellas nacía o nace con una marca, y no una marca cualquiera. Tal vez debieras buscar en tu anatomía para saber si perteneces a este grupo tan perseguido, sobre todo en los siglos XVI y XVII, aunque ellas daten de mucho antes, me atrevería a decir que antes del siglo XI, ya se sabía de su existencia. Se creía practicaban el culto al diablo,  pero yo creo que eran seres especiales llenos de energía, que tenían una inteligencia natural, por tanto nada parecidas al resto de los mortales. Soy conocedora de algunas, las hay llamadas de varias formas, rasgo que las caracteriza y distingue. Algo de lo que la mayoría somos conocedores. Desde luego en la edad moderna me atrevería a decir que la brujería tiene un carácter misógino. Pero no voy a hablar de ningún tratado de brujería del que encontraríamos en cualquier biblioteca, ni entrar en ningún debate filosófico. Hablaré de ella de su historia y de cuando nació. Ella sabe que tuvo varias vidas, es una particularidad de algunas brujas, no fue quemada en ninguna hoguera supongo que por eso sigue naciendo y muriendo casi en todos los tiempos, su primera vida se centra en el siglo XI o XII, no está muy segura. Es curioso porque su madre hablaba siempre de su primer aquelarre, festejan cuatro al año, el primero se celebra el 2 de febrero (Imbolc) es el festival de la luz, de la luz de la sabiduría y el conocimiento, de la luz, de la luz de la curación y de la luz del fuego. En fin lo curioso es que ella vino al mundo en el último de ellos,( Samhain) era cuando los druidas efectuaban varios ritos para la llegada del invierno. También era la noche en que el velo de los espíritus de los vivos y de los muertos era más delgado. Y se hacían varios conjuros y ofrendas para aplacarlos y guiarlos. Ella nació como dije esa noche, y con una marca. Se la he visto alguna vez y es curiosa. Creció y supo para lo que estaba destinada, conocedora de las pasiones humanas, se dedicaba a juntar parejas imposibles, no usaba hechizos, solo el don de sus palabras y las miradas de los amantes en los que solo ella veía sus almas. Pero al cabo de uno o dos siglos, unió una pareja cuyas familias estaban enfrentadas y la caza de brujas estaba servida. Así que su vida acabó en medio de una plaza lapidada. Recuerda que la advirtieron y tener en sus manos las llaves que alguien le dio para escapar a través de una sinagoga hasta el otro lado del río. Pero le faltaba por cumplir la promesa que hizo a esas dos almas que se amaban. Su sangre acabo derramada en una plaza de piedra y su alma volando hasta otra época. Algunos siglos más tarde, esta vez recuerda menos. Muere de pena y muy joven. Calcula unos nueve años, cuida de su hermana pequeña, y abre la ventana cada mañana al frio invierno, cuando su madre las deja solas para ir a trabajar, para verla marchar y regresar. Una mañana solo consigue ver cómo se va, recuerda la sonrisa, y la ternura de su madre al irse  y la muñeca que le deja a su hermana para que juegue. Muere de una pulmonía supone. Vuelve aparecer en nuestros tiempos, está época no es buena. Crece rodeada de espíritus de todo tipo que se adueñan de sus sueños cada noche. Esta vez y aunque sigue teniendo la misma marca no tiene conocimiento de su condición. Eso la convierte en una niña extraña, asustada pero con un gran poder, el de sobrevivir a todo, el de conocer las entrañas de cada uno que se le pone delante, pero al no ser muy consciente de ello, lejos de facilitarle las cosas se las complica. La temen, la odian, pero jamás la ignoran. Es con el paso de los años y de muchísimas coincidencias, que descubre algunos recuerdos y rasgos olvidados. También sus vuelos y un increíble dominio sobre sus sueños, sigue teniendo capacidad para ver el amor y la maldad en los demás y te llena de suerte o no si lo desea. También sabe de los cuatro grandes aquelarres y de ese delgado velo. También a que ha venido en esta rara época. Si la encuentras no te deshagas de ella. Dicen los magos y sabios que vendrán tiempos difíciles. Ella sabrá a dónde dirigirse, como llevarte y hacer que no tengas miedo. Sé que hay más y cada una con un cometido, se van encontrando y reconociendo……. 

domingo, 27 de octubre de 2013



Amor en estado puro


Nada me molesta más que aprovecharse de la debilidad de los seres indefensos. Y no me refiero a niños, mayores o animales. Que serían aquellos a los que consideramos como tales. Me refiero a todo aquel ser humano que en igualdad o no de condiciones es capaz de darte sus manos para que puedas comer. Sus ojos para que puedas seguir viendo cada mañana como brilla el sol. Sus piernas para que sigas caminando. Sus pulmones para que puedas respirar, sus riñones, su hígado, su médula, su sangre. Cada parte de su cuerpo que aunque sabe que no será lo mismo seguirá viviendo. Pero los hay de tal magnitud que en el último momento son capaces de darte su corazón aunque sepa que es su condena. Y tampoco me refiero a unos padres que darían la vida por sus hijos. Son esos que creen en el amor, en el de verdad sin tapujos,
 entregando, arriesgando y luchando por lo que aman. Que te quieren, con defectos, con virtudes, que te defienden y aunque los dañes no se revuelven para morderte. Perdonadme si os digo que no creo en el Amor. No en ese, pero si tengo el privilegio de conocer a alguien así. Y hoy he sentido su dolor como nunca, esperaba su rendición hace tiempo,  pero cuando estaba a punto de claudicar siempre recordaba su mirada. No sé qué demonio se adueñó de su corazón. Pero alguien así solo merece lo mismo. Hoy vi el dolor en su rostro, de otro tipo, de estos que te paralizan. Y si yo era roca hoy soy diamante. Pero también es cierto que me has enseñado que no importa lo que sientas sea lo que sea. Me has enseñado que tienes que luchar hasta que ni una sola gota de sangre corra por tus venas. Pero yo quiero enseñarte que hay que luchar, si, por lo que te haga feliz y no por aquello que pinta en tu rostro la sonrisa más amarga que he visto. Y no se merece ni tan siquiera un pelo de tu cabello para ahorcarse. Que más le valdrá cuando se despierte y vea el ser maravilloso que ha perdido…